Joseph Schumpeter fue pionero en la descripción del espíritu empresarial, abordando ampliamente la vena creativa, de innovación y productividad que requiere un empresario para detonar el crecimiento de su empresa y de la economía. Schumpeter acuñó el concepto de “destrucción creativa” para describir cómo un nuevo descubrimiento o el avance de la tecnología supera el estado anterior de producción, mejorando la capacidad, calidad y alcance de bienes o servicios en el mercado. Esta disrupción le permite a esa empresa ser líder, pero solo hasta la siguiente innovación.