La campaña de la Dra. Sheinbaum y Palacio Nacional ha insistido que el resultado electoral ya se conoce, que es imposible que Xóchitl Gálvez remonte la brecha de no pocas encuestas y que “este arroz ya se coció”. Esta estrategia es congruente con un triunfo cuyo margen depende de que la participación ciudadana en la jornada electoral sea baja. Si tiene éxito y sufraga sólo un 58 por ciento de los ciudadanos, se puede vislumbrar un triunfo de Morena y sus aliados que incluya la presidencia, el gobierno de la ciudad de México y mayoría en la Cámara de diputados y Senado, incluso posiblemente calificada. Pero también refleja un cierto temor de que la brecha se pueda cerrar poniendo en riesgo las mayorías en el Congreso, los gobiernos de varios estados y, por qué no, aun Palacio Nacional.