Resulta un tanto curioso observar el diagnóstico que tienen los gobiernos de China y Rusia sobre las fortalezas y debilidades de la economía de mercado y la democracia liberal, y contrastarlo con el creciente consenso de analistas occidentales sobre el supuesto fin del neoliberalismo, así como con su renuencia a defender la globalización como expresión más acabada del mercado abierto. Los acontecimientos en China y Rusia este 2022 parecen contradecir este consenso.
Artículo originalmente publicado en El Universal
Foto: El Universal