A menos que haya una sorpresa participativa, este domingo Morena confirmaría su preeminencia electoral en México. Si las encuestas no fallan demasiado, el resultado esperado más probable es cinco a uno o cuatro a dos en el
peor de los casos para el partido en el poder.
La jornada electoral de 2022 es crucial para anticipar las posibilidades de triunfo en 2024 y para, potencialmente, moderar el incentivo destructivo de instituciones electorales. Del resultado se derivarán importantes lecciones. La principal seguirá siendo el desprestigio de los partidos políticos. La primera vuelta en Colombia hace unos días, sumada a los resultados en Chile y otros, muestran las debilidades de los partidos, sobre todo el sentimiento ciudadano de no sentirse representado y, más aún, desamparado. Los movimientos y candidatos antisistema siguen conquistando posiciones al apelar al déficit democrático que no concita lealtad y desincentiva participación.
Artículo originalmente publicado en El Universal
Foto: El Universal